Entre los versos de Lilian Houghton
Una poeta de luces y sombras
Al mismo estilo que San Agustín, Lilian Houghton, cada vez que habla, escribe o canta sobre Piura, grita, corrige y perdona. Pero con amor. El amor entre esta piurana de origen y su pueblo es infinito. Para ella la poesía enmarcada en la realidad de la tierra que la vio nacer es lo que le brinda las luces y las sombras; es decir, lo bueno y lo malo, la ternura y la grosería, la energía y la debilidad.
Estos versos son el resultado de sus emociones, de su sensibilidad, así como del amor a sus antecesores y predecesores. Lilian es la niña eterna que ama a los niños, que juega con la luna, cuenta las estrellas, sueña con el infinito y que aprendió a dibujar con el alma.
La dama de las letras de la Región le escribe a la vida y al lucero, al río imponente, al majestuoso algarrobo, pero también a la rosa enamorada, a los mares y a la luna.
Es una maestra de vocación que sueña con formar una escuela de sueños, sembrar esperanza y construir anhelos: “no más pies descalzos llenos de espinas, caminando sin destino”, dice.
Lilian es la novia eterna que vive feliz entre los perfumes del zapote y la algarroba, y que sucumbe a su Dios y a nuestra estrella evangelizadora: “tus pies recogen las gotas de sangre de tu cuello”.
Estos versos son el complemento de su trabajo como educadora y columnista. Su vida es una constante preocupación por el mundo infantil y juvenil que, como ella misma argumenta en uno de sus artículos, “la juventud de hoy atraviesa por una dura realidad enmarcada en una profunda crisis familiar que ha descuidado el cultivo de principios y valores tan necesarios para lograr el crecimiento en personalidad e identidad”. Es que Lilian nunca se deja ni deja de ser educadora.
Es una caminante incansable de la vida:
“Caminamos por la orilla del mar, hermosa creación divina
Nos sentamos para sentir la dulzura de tu brisa
Y de pronto, te vimos
Qué hermosa eres, perla del mar
Qué rostro para más bello
Qué manos para más puras
Virgen de la Merced
Pies incansables, a Paita llegamos.
Recorrimos tu malecón añejo
Malecón con olor a pirata y madera vieja
¡Qué linda eres, Paita!, con tu luna misteriosa”
Lilian seguirá escribiendo porque sueña: ¿Qué sería de la vida si no soñáramos? Pues, ella no se detiene y atrapa con sus manos al viento y eleva las arenas del mar y el desierto hasta que al cielo puedan llegar. El soñar con un mundo perfecto, nos dice, es el alimento de su verbo, el respiro de sus letras y la melodía de sus cantos.
Esta poeta “de luces y sombras” es la maestra educadora, la madre, la hija y la ciudadana que lucha incesante por cambiar el mundo que la rodea, en especial su Piura querida. Lilian vende “Nuestro Piura para el mundo”, la hace poesía e insiste en mostrar la belleza del norte del Perú
Leámosla, escuchémosla y, sobre todo, entendamos a esta poeta-señora tan llena de piuranidad.