Nunca antes tuve cuatro días tan intensos como los que acabo de vivir gracias a la I Feria del libro y de las artes de Paita. La emoción de empezar el evento, de cumplir con las expectativas de mucha gente y también de conocer a escritores famosos, se convirtió en una responsabilidad tan angustiante que siento que no soy el mismo de antes. La FLAP me ha dado vida, pero también me ha envejecido.
Hoy he despertado pensando en lo hermoso que es la vida si solo pensáramos en nosotros mismos, sin responsabilidad alguna; no obstante, hacer cosas por los demás, como una feria donde nuestra gente, y mejor nuestros alumnos, puedan interactuar con personajes del mundo intelectual y académico, y tener la oportunidad de aprender más de la vida, es una sensación indescriptible. Yo siento que he hecho algo bueno, y no para mí, sino para el resto. Lo mismo me pasaba en el deporte: nunca fue divertido, sino angustiante el buscar un buen resultado para las tribunas.
La FLAP ha terminado, pero, creo, ha dejado diferentes sensaciones en los paiteños. Hay los que se preguntan si vale o no la pena el esfuerzo y la inversión, pero más son los que me han dado una mano -en todos los sentido- para decirme que juntos podemos encontrar un camino diferente para este puerto tantas veces olvidado.
Muchas gracias a las empresas que decidieron apostar por el proyecto, y a mis amigos que siempre fastidio y que hoy les pido disculpas por incomodarlos, a Edwin Houghton Rosas y a Paul Morán Pacheco, así como a Nick Negrini Gómez, Omar Moreno Ovalle y a la Srta. Tania Juárez Calle. Más paiteños como ellos y no nos gana nadie.
Paita, así de herida y maltrecha, ha brillado ante nuestros ilustres visitantes que, antes de cobrarnos por sus participaciones y su profesionalismo, nos animaron a continuar con su presencia de manera gratuita. Ese es el verdadero sentido que hay que enseñarle a nuestros escritores locales, y también a nuestros artistas, que las ferias populares en las Plazas, no están hechas para que ellos se muestren como divos exigiendo cosas descabelladas. Yo he sido feliz asistiendo a ferias de libros de la región Piura con mis propios medios. Es que en estos lugares el verdadero valor no es presentar tu obra en sí, ni venderla y volverte millonario y famoso, sino el placer indescriptible de tener contacto con lectores apasionados que te piden una firma, una foto y un cariño que no se puede explicar en este texto; pero más, conocer a personas con mucha más experiencia que te ayudan a entender el mundo que te rodea en pocas palabras. Sí, las ferias también es la oportunidad de conocer gente valiosa.
La FLAP ha acabado y nos deja muchos mensajes que cada uno tendrá que descifrar para sentir la diferencia de un antes y un después en nuestra provincia.
La tarea que me encomendó el Sr. alcalde Huber Vite Castillo ha terminado.
Hoy amanecí tranquilo, como siempre, con esa paz de haber dado el mejor esfuerzo y con la sensación de que, juntos, los paiteños podemos ir mejorando porque nada es perfecto, menos yo con todas mis debilidades.
Martes, Enero 31
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