Exjugador profesional de fútbol / Director Técnico de menores
Por Ricardo Espinoza Rumiche
1. Mario, ¿cuÔnto tiempo enseñando a niños y qué satisfacciones encuentras en esta labor?
-Llevo mĆ”s de doce aƱos trabajando con menores, y he ganado 7 tĆtulos a nivel nacional con categorĆas diferentes. La satisfacción de poder guiarlos es inmensa, con ellos recuerdo parte de mi niƱez, desde aquellas Ć©pocas cuando ya tenĆa mis primeros sueƱos e ilusiones. Esta labor me hace transmitir a ellos todo lo que aprendĆ. La base es la disciplina, desde luego, y no descuidar la parte acadĆ©mica para que logren complementar ambas cosas. Se necesita un buen entrenamiento, pero tambiĆ©n una buena respuesta en el colegio. AquĆ aprovecho para orientarlos, para que vayan formando su carĆ”cter y para que aprendan a competir, asĆ como para que disfruten del triunfo, pero que aprendan a asimilar la derrota.
2. En la enseñanza con niños un maestro no solo imparte conocimientos, sino que tiene que ser capaz de influir una moral positiva en sus alumnos. ¿Cómo manejas esta parte y en qué refuerzas tu enseñanza?
-Lo importante es la seriedad para trabajar e imponer la disciplina. Por ejemplo, tengo una conducta intachable con los padres de familia, no bebo licor con ellos porque soy consciente que esa imagen se proyectarĆa a los niƱos; soy muy puntual en mis horarios de trabajo: soy el primero en llegar y el Ćŗltimo en retirarme de cada entrenamiento, de cada competencia. Refuerzo mi enseƱanza de dos formas: me auto-educo y estoy siempre atento a capacitarme; porque tengo claro que mi etapa de futbolista ya pasó, y ahora mi labor es formar buenos deportistas, pero tambiĆ©n buenas personas.
3. El fútbol ha cambiado. Hoy los campos de juego tienen mucho de pasarelas de modelos, hoy la moda es un complemento para el jugador. ¿Crees que esto puede ser distracción para lograr una adecuada concentración? ¿Cómo manejas esto con tus alumnos?
-Sinceramente, no creo que eso influya de manera negativa, al contrario, hoy todo ha mejorado. Las empresas que apuestan por el deporte tienen también que marquetear sus productos. El importante es que el niño tiene que desarrollarse en un ambiente de respeto mutuo, que aprenda a respetar a sus compañeros, a sus profesores, a los rivales, a los Ôrbitros, a sus padres, etc. Cuando consigo eso es mÔs fÔcil que siempre esté concentrado en lo que hace, ”ojo!, sin descuidar qué producto de su edad pueda en algún momento distraerlo; en ese caso es cuando entrar a tallar mi experiencia para notarlo o percibirlo; es allà que yo lo detecto y lo corrijo de inmediato.
4. Siempre aparecerÔ un niño que practique el fútbol mÔs como ocupación de tiempo de descanso que por gusto, y siempre habrÔ un padre que le exija mÔs compromiso que lo que el niño desee. ¿En qué momento el profesor tiene que intervenir entre ellos?
-Cuando pasa esto intervengo en el preciso instante que lo detecto, y mi obligación es explicarle al papÔ que trabajamos de dos formas: primero, que se puede trabajar a través de un fútbol recreativo; y segundo, que también lo hacemos a través de un fútbol competitivo. Le explico al papÔ las condiciones que tiene el niño y, de acuerdo a la explicación que le doy, dejo que el padre elija, porque a un niño no se le puede pedir que haga lo que no puede hacer o lo que no le gusta.
5. Muchos recordamos al paiteƱo “pepito Palacios” en Sporting Cristal. ĀæCuĆ”l es ese recuerdo que no sale de tu mente?
-Son muchos recuerdos que tengo de mi querido Paita, por ejemplo, ir al muelle a pescar y luego a baƱar; despuĆ©s, a lo que mĆ”s le gusta a un niƱo que crece carente de otras cosas, y que las encontraba cuando pateaba una pelota, la distracción mĆ”s hermosa del mundo. JugĆ”bamos horas, descalzos, y por eso hablaba de carencias. Yo crecĆ en un lugar humilde, pero con rectitud por mis padres en cuanto a crianza; y cuando lleguĆ© a jugar fĆŗtbol profesional, fue gracias a que fui a probarme al AtlĆ©tico Grau de Piura. TomĆ© mi bolso y me fui solo, pero soƱando con pasar o aprobar la evaluación. Y aprobĆ© la evaluación, y en pocos dĆas ya estaba jugando como titular en el AtlĆ©tico Grau de Piura, y, aunque ustedes se asombren, me pusieron de marcador izquierdo cuando no era mi puesto; pero eso no me importó porque eran mĆ”s mis ganas y mis sueƱos de ser alguien en el fĆŗtbol. Y obtuve el premio mayor, por asĆ decirlo, porque rĆ”pidamente pasĆ© a Sporting Cristal de Lima, donde habĆa jugadores de renombre, como Pedrito Ruiz, Julio CĆ©sar Uribe (un crack), Loyola y otros. Fuimos varias veces a jugar a EE. UU, Centro AmĆ©rica SudamĆ©rica y Corea. Pero lo que quedó grabado en mi mente fue cuando jugamos en la Bombonera contra el famoso Boca Juniors de Argentina. Ese dĆa salĆ elegido como el mejor jugador del partido. Ese dĆa, los recuerdos de mi niƱez en Paita y verme en ese momento jugando en la Bombonera, hizo que la piel se me erizara. El fĆŗtbol profesional te da lindas satisfacciones y quedan recuerdos inolvidables.
6. Estamos en un receso obligatorio por la pandemia. ĀæCómo pasa sus dĆas un hombre acostumbrado al movimiento deportivo? ĀæTienes algĆŗn contacto con tus alumnos?
-Veo bastante los canales deportivos, veo los canales ciencia como History y Nat geo; también escucho música clÔsica, música romÔntica; también me encanta escuchar música criolla etc., y me comunico con ellos por teléfono para saber cómo estÔn; y con los niños del colegio donde trabajo, a través de una plataforma virtual que se llama Zoom.
7. ¿Por qué Mario Palacios estÔ alejado de Paita? ¿Por qué nunca te vimos enseñando en tu puerto? ¿Cada cuÔnto tiempo nos visitas?
-Siempre estoy pendiente del lugar donde vivĆ, donde crecĆ. Cómo olvidar su mar, su puerto e ir a mirar los buques enormes. Siempre he ido a comer al muelle Fiscal. Me encanta el atamalado con el ceviche. Soy de pueblo, de puerto, pero ahora por razones de trabajo y por situaciones familiares me quedĆ© a radicar en Sullana, donde trabajĆ© mucho tiempo en la profesional con grandes tĆ©cnicos, como Teddy Cardama, el Colombiano Chepe Torres, con el Paraguayo Mario Jacquet y otros mĆ”s. Han existido propuestas de autoridades, pero cuando les proponĆa un plan de trabajo serio, no mĆ”s me llamaban, porque a mĆ me gusta trabajar en proyectos serios. Porque talento en Paita hay, solo falta que apuesten por la niƱez y por la juventud.
8. ¿CuÔl es ese partido de tu vida profesional que no olvidas? ¿CuÔl es el equipo que quedó grabado en tu corazón para siempre?
-Reitero. El partió que quedó grabado en mi mente fue el jugado contra Boca Juniors, un grande, un monstruo de Sudamérica, donde han jugado grandes jugadores de talla Mundial; y en cuanto al equipo, pues tengo que dividir mis sentimientos en dos: el Sporting Cristal del Rimac, porque me hizo muy conocido y el Alianza Atlético de Sullana, por ser del Norte y por estar cerca de mi querido Paita; ademÔs, acÔ fue donde conocà a la madre de mi adorada hija, y fue en Alianza Atlético de Sullana donde tuve la oportunidad de formarme como entrenador y de darme cuenta de mi capacidad para poder dirigir a un grupo de seres humanos.
9. ¿Por qué no ha salido en Paita otro Mario Palacios? ¿CuÔnto trabajo necesitamos en el puerto para tener jugadores profesionales?
-Si no sale otro futbolista profesional, permĆteme opinar lo siguiente: Lo bĆ”sico, como en todo, es tener ambición, es tener hambre de triunfo, Los chicos tienen que estar preparados para salir de la zona donde viven y triunfar. Pero eso se da con convicción, con perseverancia, con disciplina; pero les comento algo: en 2002 y 2003 llevamos junto al profesor Yohano Bermudez, un gran profesional de la zona, a Alianza AtlĆ©tico de Sullana, a varios chicos Sub 20. Lo que jugó en contra, como siempre, fue lo económico, porque tenĆan que entrenar todos los dĆas, y ellos se costeaban sus gastos.
El equipo los ayudaba con algo, pero no era suficiente. He ahĆ la falta de interĆ©s de las autoridades ediles, por ejemplo, y Ā”ojo!, no soy polĆtico ni quiero hacer polĆtica, pero hoy menciono al Sr. Justo JuĆ”rez de Paita, un hombre que por muchos aƱos ha sostenido un equipo de fĆŗtbol en la liga local; conozco a otros tambiĆ©n, pero se me escapan sus nombres, y que de sus propios recursos sustentan y solventan sus equipos. Este seƱor, Justo JuĆ”rez, formó una academia de fĆŗtbol; creo que, si el pueblo lo hubiera elegido, en el tema de fĆŗtbol Paita hubiese crecido. Hoy en dĆa tengo a varios niƱos de Paita en mi academia en Sullana, y aprovecho para agradecerle al Sr. Eduardo Fiestas, de la IEP San AgustĆn de Paita, quien apoya para que estos niƱos puedan cumplir parte de sus sueƱos viajando a los entrenamientos que realizamos tres veces por semana. Hay mucho talento en Paita, pero falta organizarse y realizar un proyecto que se sostenga en el tiempo, porque se necesita obligatoriamente de ello para poder guiar a tanto niƱo, a tanto joven que, a travĆ©s de la prĆ”ctica deportiva, lo lleve a una vida saludable.
10. ¿CuÔl es el mensaje para ese niño y para ese joven que hoy te leen y que sueñan con llegar a lo mÔs alto del fútbol profesional?
-Que sean disciplinados, que no claudiquen en sus sueños, que tienen que ser perseverantes, que se alejen de los malos hÔbitos y que aprendan a cuidar su cuerpo porque asà lo exige el alto rendimiento.
A los papÔs, apoyen a sus niños. Pero apoyar no solo es comprarles útiles deportivos, sino que los dejen desarrollar, que no interfieran la labor de nosotros los técnicos porque sà estamos capacitados para formar a sus hijos.