Revista Barlovento
    Facebook Twitter Instagram WhatsApp
    Lunes, Octubre 2
    ▤▤▤
    • El sacrificio de Amotape
    • OPINIÓN: Una gestión reseteada
    • INMORTALES: El barranco, de José María Arguedas
    • INMORTALES: La insignia, de Julio Ramón Ribeyro
    • INMORTALES: Te quiero, de Mario Benedetti
    • HISTORIAS DULCES: Me prometió una revista histórica y eran tres páginas de Google
    • Miguel Pachas Almeyda
    • Sé tú mismo, jamás te compares
    Revista Barlovento
    Facebook Twitter Instagram WhatsApp
    • Inicio
    • Noticias
      1. Últimas
      2. Paita
      3. Arte
      4. Artículos
      5. Comercial
      6. Ver Todo

      El sacrificio de Amotape

      Octubre 2, 2023

      OPINIÓN: Una gestión reseteada

      Octubre 1, 2023

      INMORTALES: El barranco, de José María Arguedas

      Septiembre 27, 2023

      INMORTALES: La insignia, de Julio Ramón Ribeyro

      Septiembre 26, 2023

      Un deseo por Santa Rosa de Lima

      Agosto 30, 2023

      Yo escogí la fotografía.

      Junio 23, 2023

      RAMPARTS, el inicio

      Febrero 25, 2023

      Escenarios y gestos antideportivos

      Enero 14, 2023

      El arte es mi vida, mi pasión, mi mundo

      Octubre 20, 2021

      Una conquista de pandemia, de cajón y Bicentenario. 

      Julio 16, 2021

      Richie Antón

      Febrero 8, 2021

      Jayro Kenyo Guerrero Huayanay

      Septiembre 11, 2020

      El sacrificio de Amotape

      Octubre 2, 2023

      Miguel Pachas Almeyda

      Septiembre 14, 2023

      Fabián Bruno Remigio: Caídos del cielo

      Agosto 11, 2023

      Yo escogí la fotografía.

      Junio 23, 2023
      Familia Moran Carrasco

      Los Morán Carrasco y los Nutri-padrinos

      Octubre 28, 2020

      La Taberna Paita

      Julio 27, 2020

      “Testigo es la luna”: Hipocampo, la película paiteña

      Julio 17, 2023

      “Testigo es la luna”: ¿Es tu causa el de la foto?

      Julio 2, 2023

      RAMPARTS, el inicio

      Febrero 25, 2023

      Escenarios y gestos antideportivos

      Enero 14, 2023
    • Opinión

      OPINIÓN: Una gestión reseteada

      Octubre 1, 2023

      HISTORIAS DULCES: Me prometió una revista histórica y eran tres páginas de Google

      Septiembre 23, 2023

      Sé tú mismo, jamás te compares

      Septiembre 7, 2023

      Un deseo por Santa Rosa de Lima

      Agosto 30, 2023

      Recordando la partida de MAD

      Julio 27, 2023
    • Literatura
      1. Crónica
      2. Cuentos
      3. Ensayo
      4. Poesía
      5. Relato
      6. Ver Todo

      Jesús Aarón, el matemático de exportación

      Junio 14, 2023

      La fe no se explica, solo se siente

      Octubre 16, 2022

      Son solo cinco días para limpiar nuestro mundo

      Octubre 5, 2022

      El último Tallán en el Juan Pablo II

      Septiembre 23, 2022

      Cuento: Sanguaza

      Marzo 13, 2023

      En La Boya

      Mayo 1, 2022

      Cebichera

      Enero 14, 2022

      Antonio Zeta Rivas

      Septiembre 5, 2020

      En busca del tiempo perdido

      Marzo 3, 2023

      Peruanidad y la nueva piuranidad

      Diciembre 11, 2022

      El Niño En La Cima De La Montaña

      Julio 5, 2022

      Madame Bovary

      Junio 8, 2022

      INMORTALES: Bosque de rosas de José Martí

      Agosto 30, 2023

      INMORTALES: Casa de Cuervos de Blanca Varela

      Agosto 27, 2023

      INMORTALES: Godzilla en México de Roberto Bolaño

      Agosto 26, 2023

      Gian Pierre Codarlupo Alvarado: tres poemas

      Febrero 5, 2023

      Testigo es la luna: Simulacro

      Mayo 31, 2023

      Testigo es la luna: “Tres años antes”

      Mayo 7, 2023

      Testigo es la luna: “Ya perdiste, son chamos”

      Abril 30, 2023

      Testigo es la luna: Calma o tempestad, las dos caras de la misma moneda

      Abril 8, 2023

      INMORTALES: Bosque de rosas de José Martí

      Agosto 30, 2023

      INMORTALES: Casa de Cuervos de Blanca Varela

      Agosto 27, 2023

      INMORTALES: Godzilla en México de Roberto Bolaño

      Agosto 26, 2023

      INMORTALES: Cristo en la cruz de Jorge Luis Borges

      Agosto 15, 2023
    • Secciones
      1. Deportes
      2. Entrevistas
      3. Fotografía
      4. Videos
      5. Ver Todo

      Yo sí conocí a La Rana

      Mayo 5, 2022
      Kenji Castillo Chuna

      Kenji Castillo Chuna, el heredero

      Noviembre 22, 2020

      Florito López, el goleador del pueblo

      Septiembre 26, 2020
      Mario Palacios Herrera

      Mario Palacios Herrera

      Julio 24, 2020

      Jesús Aarón, el matemático de exportación

      Junio 14, 2023

      Yo sí conocí a La Rana

      Mayo 5, 2022

      Annie, la paiteña de exportación

      Abril 3, 2022

      Simplemente, don Eduardo

      Marzo 28, 2022

      Yo escogí la fotografía.

      Junio 23, 2023

      Fe, comercio y devoción

      Septiembre 23, 2022

      Con Calor humano

      Marzo 13, 2022

      Eloy Mora

      Septiembre 6, 2020
      Documentales peruanos

      Festival de documentales peruanos

      Octubre 12, 2020
      Videoteca

      Museos a través del video

      Agosto 5, 2020

      Cultura en videos

      Agosto 5, 2020

      El sacrificio de Amotape

      Octubre 2, 2023

      OPINIÓN: Una gestión reseteada

      Octubre 1, 2023

      INMORTALES: El barranco, de José María Arguedas

      Septiembre 27, 2023

      INMORTALES: La insignia, de Julio Ramón Ribeyro

      Septiembre 26, 2023
    • Contáctenos
    Facebook Twitter Instagram
    Revista Barlovento
    Septiembre 5, 20236 Mins Read

    HISTORIAS DULCES: A mi compromiso lo han cambiado por un reguetonero

    Ricardo Espinoza RumichePor Ricardo Espinoza Rumiche

    Doctora Chikis Trikis, soy la Fifi y le escribo porque necesito de su ayuda:

    Tengo una teoría que me tiene abrumada. Creo que a mi compromiso el Peter lo han cambiado por un reguetonero, ya no lo reconozco. Ha regresado de un viaje de la capital dizque de trabajo cantando “Criminal, cri-criminal / Tu estilo, tu flow, baby, muy criminal / Criminal / Uh, criminal, ah (criminal, ahhhhhhhh)…”
    Ya no sé qué pensar, doctora Chikis Trikis porque a mi Peter sólo le gustaba la música de Cantaritos de Oro; pero ahora se alucina un cangri que no para de filmarse y fotografiarse mientras sigue cantando “Criminal, cri-criminal..” el muy cangrejo.

    No sé cómo explicarle, doctora Chikis Trikis, pero extraño a mi chicherito de antes, él siempre fue un chico humilde a quien no le importaba las apariencias, pero desde que se volvió político y ahora que frecuenta gente de alcurnia, dejó los estudios y ya no sale a la calle si no usa ropa carísima. Huachafa muchas veces y de colores extravagantes que nadie es capaz de decírselo, pero carísima. Y pensar que antes era feliz con sus zapatillas Dunlop y sus medias de educación física marca RIBOK que usaba bien orgulloso con su único ternito color azul marino. Tan lindo y tan serio que se veía mi Peter, y así lo amé con pasión, yo, la Fifi, su Fifi de siempre, porque me prometió que él no venía a mentirme. Pero no, doctora Chikis Trikis, hoy mi Peter me miente con insistencia y se alucina no un político serio, sino un churrísimo modelo de catálogo, y ha cambiado tanto que ahora le apesta la chicha de jora y bebe puro whisky. Lo combina con guaraná el simplón, pero igual bebe tragos de gente bonita.
    Imagínese, doctora Chikis Trikis, cambiar el néctar de los cholos de la Punta por esas bebidas de crespitos alucinados del centro. ¡Aggggg, qué ascooooo! Y ya le dije que tampoco lo ayuda su cacharro, pero no entiende.

    Me niego a creer que ese tipo que ha regresado de la capital cantando reguetón sea mi Peter, doctora Chikis Trikis, insisto que me lo han cambiado por un reguetonero adefesiero con malos gustos. Fíjese, doctora, que ayer desempacó ropa ancha y se colocó lentes oscuros para ver el programa del chibolo Castro 3.0 a ver si hablaban de su viaje. Cómo lo quiere ese chibolo periodista. Pero qué huachafo ha regresado de la capital mi Peter. Y menos mal que le escondí mis collares y mis anillos que me pidió prestado. Por Diossssss, doctora Chikis Trikis, qué valooooorrrrrr, este adefesio no puede ser mi Peter, si hasta me ha dicho que se va a matricular a un gimnasio para verse musculoso y ganar más likes en sus videos de TikTok.

    Nooooo, doctora Chikis Trikis, no y mil veces no, lo desconozco y me niego a hacer el amor con él hasta que no deje esas huachaferías. Si hasta me ha pedido que le perree mirándolo a la cara y diciéndole “Criminal, cri-criminal..” cuando antes sólo hacíamos la del pollito tomando agüita y, sólo a veces, que se salía del libreto amoroso y terminaba pidiéndome que le dijera “pío, pío, pío, mi gallo feo pero majadero, soy tu Fifi, pío, pío, pío…”

    Todo este cambio empezó cuando conoció a un arquitecto que llegó del viejo continente, doctora Ckiis Trikis, le sacudió la cresta a mi gallo Peter con sus proyectos adefesieros con techos de lona. Todo lo quería techar en el puerto ese arquitecto simplón. Insistía que se debía hacer una plaza techada para que no se negrearan los calatos chipis que más parecen los viejitos del club de los pájaros caídos; quería techar también la Bolo para que no se malograran las conchas negras que venden los ambulantes; el desagüe para que no le llegara sol a la caca que llega a la playa; y hasta la playa quería techarla para que no quemara la arena y pudieran estacionarse a confianza las mototaxis. Creo que ese arquitecto era la reencarnación de un llenador de techos de construcción civil.

    Desde ese día que conoció a ese arquitecto no ha vuelto a ser el mismo mi Peter. Se ha quedado traumado con esos proyectos que, dice el arquitecto, vienen de la vieja europa, doctora Chikis Trikis, y ahora se cree un emperador romano que hace y deshace sin tomar en cuenta las opiniones del resto. No escucha a nadie más que a él mismo. Imagínese, doctora Chikis Trikis. Pero qué ideas pueden salir de esa cabeza si sólo anda reguetoneando con el “Criminal, cri-criminal..”
    Ya no sé qué hacer para que vuelva mi Peter de antes, doctora Chikis Trikis, lo extraño. Por favor ayúdeme o terminaré poniendo un techo a sus nuevas costumbres.

    La respuesta:

    Fifi querida, gracias por la confianza. Te cuento que tú y sólo tú tienes la respuesta a tu inquietud. Está fácil la cura, querida. Simplemente, quémale esa ropa huachafa y cómprale otras mudas en el mercado modelo, así no se las quiera poner lo obligas a que huela a pobre. Si quieres de vuelta a tu Peter úntalo con chicha de jora como si fuera un Tramboyo listo para el sudado. Y no lo esperes en tu casa, como siempre lo haces, eso es un error que cometen todas las amas de casa, no y mil veces no, sal a su encuentro y llévalo a comer caballas salpresas con limón y sal para que recuerde la cosa buena. Anda al baile de Agua Marina con él para que recuerde sus inicios. Eso nunca falla, Fifi querida, y vas a ver que cuando toquen “Paloma del alma mía” volverá a ser el mismo de antes el palomudo ese. Sólo es la moda, tu Peter sigue allí en algún rincón esperando despertar de su sueño; porque sólo es un sueño de cuatro años lo que está viviendo, Fifi querida, y “los sueños sueños son”, como escribió el Peter Calderón, aunque para el resto todo ese cambio con aroma a decepción parezca las peores pesadillas. Ya despertará…
    Chau.

    Author

    • Ricardo Espinoza Rumiche
      Ricardo Espinoza Rumiche

      Nació en Paita, en la cima de un cerro. Ha estudiado en la ex 33 donde iban los más papacitos de su época y en el Colegio San Francisco, porque no había otro. Fue judoca porque quería vengarse del muchacho que le ganaba a su hermano y también basquetbolista, porque nunca aprendió a patear la redonda. Tiene estudios superiores técnicos, pero se le extravió el cartón que lo certifica. Ha sido, entre otras cosas, pescador, camarero, estibador, mototaxista, agente de aduana, pero nunca pasador de franela. Tiene dos novelas publicadas y dos a media caña que no quiere terminar porque no saca ni para el té filtrante con su literatura. Se considera un autodidacta y un “mil oficios”. En el año 2020 publica el primer número de la revista Barlovento, pero el virus y sus amigos que nunca le compran lo obligaron a desistir de una segunda edición. En el 2021 crea este espacio virtual e intenta mostrar un lugar para todo paiteño que desee escribir. Pero nadie desea escribir y casi siempre lo mandan a bañarse. Actualmente prefiere releer sus textos inéditos antes que leer propuestas monses de candidatos monses. Es chancletero por obra divina y sueña con ser abuelo de tres lindas niñas.

      View all posts

    Compartir. Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Email Telegram WhatsApp
    Artículo AnteriorUn deseo por Santa Rosa de Lima
    Próximo Artículo Sé tú mismo, jamás te compares

    Artículos Relacionados

    El sacrificio de Amotape

    OPINIÓN: Una gestión reseteada

    INMORTALES: El barranco, de José María Arguedas

    Los Comentarios están cerrados.

    Colaboradores
    • Alejandro Cano García
      Alejandro Cano García
    • Antonio Zeta Rivas
      Antonio Zeta Rivas
    • Calidro Morello
      Calidro Morello
    • César Clavijo Arraiza
      César Clavijo Arraiza
    • Christopher Parodi Rumiche
      Christopher Parodi Rumiche
    • Fabián Bruno Remigio
      Fabián Bruno Remigio
    • Gonzalo Higueras Cortés
      Gonzalo Higueras Cortés
    • Italo Costa Gómez
      Italo Costa Gómez
    • Jonathan Timaná Augusto
      Jonathan Timaná Augusto
    • Jorge Luis Álvarez Zambrano
      Jorge Luis Álvarez Zambrano
    • Jorge Luis Tume Quiroga
      Jorge Luis Tume Quiroga
    • José Lalupú Valladolid
      José Lalupú Valladolid
    • Luis Eduardo García
      Luis Eduardo García
    • María del Carmen Noblecilla Atkins
      María del Carmen Noblecilla Atkins
    • Miguel Godos Curay
      Miguel Godos Curay
    • Mónica Alvarez Espinoza
      Mónica Alvarez Espinoza
    • Patricia Carrillo
      Patricia Carrillo
    • Robert Jara
      Robert Jara
    • Victor Hugo Cárcamo Z
      Victor Hugo Cárcamo Z
    Facebook Twitter Instagram Pinterest
    Copyright © 2023 Revista Barlovento.

    Escriba arriba y presione Enter para buscar. Presione Esc para cancelar.