Por Edwin Houghton Rosas
Representante de la sociedad civil de Paita
¿Encierro o Libertad?
Se vienen las celebraciones por fin de año y otra vez nos vemos inmersos en discusiones de si hay que encerrar a la gente o dejarlos en libertad. La gente se desespera cuando se le encierra porque se le confina no en su casa, sino en sí misma: se enferma, surgen los miedos y por ende las debilidades, precisamente, lo que no podemos tener para no bajar nuestro sistema inmune.
El gobierno tiene una enorme responsabilidad dada la coyuntura. Los casos existentes de la variante ómicron en nuestra región han encendido las alarmas en el sector salud, más aún cuando vivimos en el paraíso norteño de verano. No es un secreto que nuestras playas son las más asediadas por los turistas y demás asistentes a dichas celebraciones, y eso nos coloca en la palestra y en el ejemplo de cómo se debería actuar para hacerle frente al virus.
El alcalde de Talara ha declarado para un medio nacional, y ha dicho que ha tomado la decisión -a través de una Resolución Municipal- de cerrar las playas norteñas de Cabo Blanco, Máncora, Vichayito, Pariñas y Las Peñitas, para evitar así la propagación del virus en la zona, contando con el apoyo de la Policía Nacional y SERENAZGO. No obstante, el especialista y experto en Salud Pública, don Omar Neyra, ha explicado que los contagios masivos que se registraron en europa han sido debido a la alta afluencia de público en los supermercados y/o malls, por ser espacios cerrados, y que lo recomendable sería actualizar los protocolos de bioseguridad y evitar el cierre de playas por ser éstas espacios abiertos y ventilados, claro está, con debidos controles de aforos.
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No puede existir el fracaso si no nos esforzamos para que la nueva normalidad sea un éxito en estas fechas. No olvidemos que gran parte de habitantes del norte -especialmente en las playas- vive del turismo y que hace buen tiempo ha empezado la reactivación de la economía. Cerrar las playas es no solo quitar diversión, sino quitarles el trabajo a muchas familias. Cerrar las playas es darle cabida al fracaso y regresar al inicio. Siempre es mejor enfrentar el problema que esconderse a través de una Resolución.
¿Cómo se están organizando nuestras autoridades locales para vigilar, supervisar y fiscalizar nuestras playas?
Nosotros los paiteños no somos ajenos a este problema, e invocamos a quien corresponda enfrentar la realidad y no avalarse en el miedo. Nuestros gobernantes locales tienen que hacer sinergia con los profesionales de salud, es decir, se tiene que buscar un punto medio y concordancia entre todos, porque solo con la unión de todas las fuerzas involucradas se tendrá una mayor efectividad sin tener que perjudicar la economía de los más vulnerables.
No bajemos la guardia y continuemos respetando los protocolos; solo siendo obedientes estaremos un paso más adelante que el enemigo.