Los poetas no mueren, viven en sus versos y en la memoria de quienes los han disfrutado. A don Javier Francisco Ramírez Gutiérrez, el eterno FRAJARA, lo conocí desde muy niño. Fue amigo y compadre de mis padres y siempre me trató como a uno más de sus sobrinos. Insistió tanto para que le dijera tío, pero yo no quería traspasar la confianza. Pensaba siempre que debía tratarlo con el mayor de los respetos. En una oportunidad, mientras presentaba la revista Barlovento, en una calle de Paita, decidí jugar con el público. Pregunté si sabían quién era el autor del himno, pero nadie respondió. Todos se miraban entre ellos, grandes y chicos, artistas y público en general. Nadie, nadie sabía quién era. Yo sentí que todos habíamos sido crueles con don Javier, que no le habíamos dado el valor que se merecía como personaje-autor de esa letra que siempre nos enorgullece y que nos dejó para la eternidad.
Algunos meses después se lo pregunté y me respondió con la mayor naturalidad de quien entiende que, en nuestro puerto, estamos perdidos en una ignorancia bastante dolorosa.
1. Don Javier, estuve en una presentación cultural en Paita y soy testigo que muchos paiteños entre niños y adultos no saben quién es el autor del himno a Paita. ¿Cree usted que estamos fallando como sociedad?
-Es evidente la falta de una política cultural, la que debe implementarse en el sector Educación, Gobiernos locales y Gobiernos Regionales, a través de Resoluciones Directorales, Ordenanzas Municipales y Ordenanzas Regionales, de cumplimiento obligatorio al estudiantado y, en actividades cívicas, a las organizaciones civiles, políticas y militares, para que difundan los valores emblemáticos, personajes históricos, creadores de los símbolos patrios como, la bandera, escudo e himno, Gloria que perennizan el orgullo de la Patria Chica.
2. Usted es un poeta, don Javier, y la poesía -decía García Lorca- no quiere adeptos, quiere amantes. ¿Hay alguna manera de ir en busca de esos amantes o hay que esperar que aparezcan solos?
– Sin contrariar al gran García Lorca en la distinción de adeptos o amantes, particularmente, debo indicar que toda persona que tiene un sueño es un Poeta, y por esa naturaleza, es un apasionado amante. No hay que buscarlos: ¡siempre están presente!
3. Muchos en Paita piden, como una exigencia, “La Casa de La Cultura”. Es algo así como un punto de partida “obligatorio” para dar el gran salto. ¿Qué tan cierto es esto, don Javier? ¿Se necesita un lugar físico para trabajar culturalmente como sociedad? ¿Cómo eran los círculos literarios de la Paita de sus buenos tiempos?
– Que muchos pidan, exijan y consideren obligación la creación de la casa de la cultura, ¡es un gran avance!, pero lo más importante para que ello ocurra, es la organización. Previamente, se debe conformar “los núcleos de participación cultural”, los cuales posibilitaran “el gran movimiento de manifestaciones artísticas y culturales”. Finalmente, lograr la construcción de coloso “OLYMPO GRAU”, lugar donde se perpetrará “La Casa de la Cultura de Paita”.
Nota: Sobre este tema, puedo asistir con algún conversatorio que lo crean conveniente.
En cuanto a los círculos literarios de grata recordación, desarrollamos “El Velero”, con Ruffo Cárcamo, Vidal Rivas Castillo, Juan Manuel Mendoza, Mary Godos, Mary Coppa, Rodolfo López y muchos más…
4. Su nombre ha quedado grabado en la historia de Paita. En cada ceremonia protocolar, escolar o deportiva su obra estará presente. Siempre habrá un paiteño más que orgulloso “Con voz segura y pecho fuerte” y cantando a “su natura y a su suerte”. ¿Qué se siente, don Javier?
– Trascender en los tiempos es una gracia divina, así como describir el amor de su pueblo, de las bondades de su naturaleza y geografía, de su hospitalaria gente y religiosidad, de sus héroes; todo ello resumido en un coro y cinco estrofas.
Al culminar la creación, me sentí abrazado por Dios como fuente de inspiración. ¡Gracias Paita; es un honor! “Paiteño soy hasta la muerte”.
5. Yo recuerdo su candidatura a la alcaldía de Paita, bastante humilde por decirlo de alguna manera. ¿Por qué no volvió por la “revancha”? ¿Qué cree, además de dinero, que le faltó para ganar la elección?
– Fue una frustración por el deseo de cambiar y renovar las estructuras de un viejo Puerto que, a pedazos, se caía en la parte de infraestructura, economía y sociocultural. La falta de recursos para dicha campaña no fue lo suficiente para conseguir la victoria; sin embargo, se ganó una gran experiencia y comprobé que el conocido FRAJARA de los años 70 era un desconocido en el año 1993.
Mi Paita había cambiado desde la construcción del “Complejo más grande del mundo”, y eso había significado una gran invasión de foráneos que, con todas sus familias, se trasladaron a nuestro puerto, entre ellos, mucha gente del sur del Perú; así como nuestra gran serranía de Huancabamba y Ayabaca, en una proporción de diez veces más de la población que me vio nacer, crecer y desarrollar culturalmente. Prueba de esta contribución fue la edición de mi primer libro de poemas “Amor, Realidad y Filosofía es Poesía”.
En la parte empresarial, en 1987, después de catorce años de ausencia, logré conseguir la elaboración del Proyecto “Financiamiento y Ejecución de la Obra de Electrificación de la Zona Alta El Tablazo, por 3500 Millones de Intis, liderando el Comité de Electrificación de dicho sector, una donación para dicha obra de 2000 Millones de Intis entre la Municipalidad Provincial de Paita y CORPIURA, desarrollando entre otras actividades la Elaboración Financiamiento y Ejecución del Proyecto Eléctrico del A.H 05 de Febrero, Ejecución de la Electrificación del A.H San Francisco – El tablazo financiado por el FONAVI; también se trabajó, en calidad de donación, la Electrificación del A.H Las Mercedes Zona Alta de Paita; la construcción de 2 aulas para Escuela de Primaria Ex – 11; Construcción de 2 aulas para el Colegio Nacional Las Mercedes. Todo esto por gestión ante el FONCODES. Y a pesar de todo este esfuerzo, no se logró la alcaldía. Pero resulto ser una gran experiencia y, conversando con nuestro gran amigo y legendario Don Julio Ramírez Pasquel, para mi consuelo, me decía: “Mira, Javier, Paita ha crecido, pero sin sus hijos paiteños. Creo que debemos juntarnos los pocos que somos para formar una “Asociación de paiteños residentes en Paita”, y reía a carcajadas… ¡Oh, viejo, cuánto te recuerdo a ti y a tu gran Hotel El Pacifico!
6. Lo vemos de vuelta en el terreno cultural, esta vez con su página “Trinchera Cultural”. Cuéntenos un poco de esa idea, por favor, y cuáles son sus expectativas.
– Frente a la irresponsable e incapacidad intelectual de nuestros gobernantes, donde está la vida de las personas, y no hay planeamiento, estrategias, pero sí malgasto público, incluido la corrupción y contra la pandemia del coronavirus, me motivé a asumir una posición de lucha que contribuya a defendernos de este flagelo, recurriendo a este instrumento de crear la página “TRINCHERA CULTURAL”, que denuncie las faltas o malas decisiones de nuestras autoridades y para generar una corriente de opinión de sus lectores y, a la vez, una toma de conciencia para ayudar a verdaderos soldados en combate, como son los médicos, enfermeros, los buenos policías, militares y tantos héroes anónimos del pueblo, en su lucha contra la injusticia y por la libertad. El despertar de esta trinchera, es despertar un sentimiento, en cual, cada lector, es un vaso comunicante contra el virus y la corrupción.
TRINCHERA CULTURAL debe ser un instrumento de opinión que constituya un cerco, un vallado, un salir del silencio de las injusticias que genera el sistema y la corrupción. Su voz será de rebeldía, llamando a la concordia a través de los principios éticos y predicando con el amor.
Mis expectativas literarias son cultivar a través de TRINCHERA CULTURAL, una poesía pragmática que describa y descubra las debilidades de una sociedad y, a la vez, alcanzar una propuesta, pero sin olvidar la belleza de la palabra, que nunca morirá, porque los hombres seguimos conversando.
7. ¿Cuál para usted ha sido ese momento preciso para escribir?
– El momento preciso de escribir creando la página “TRINCHERA CULTURAL”, nace frente al holocausto que viene desarrollando la pandemia del CORONAVIRUS y es importante entre callar o morir, preguntarse: ¿Qué interés persigue el hombre en destruir la humanidad? Investiguemos y demostremos porque la hora señalada nos la puedan arrebatar.
8. Digamos la verdad: la cultura no vende, no da réditos para los políticos, ni en campaña ni en gestión. ¿Cómo hacer que nuestros gobernantes sientan que no es un gasto en vano?
– La cultura, para mi concepto, es la base del desarrollo de una sociedad en la cual todas sus manifestaciones hacen la historia de un pueblo; gracias a ello transcendemos de generación en generación; nos hace dignos, cultiva valores. Fomentamos una Patria con amor irrenunciable, inembargable, inalienable; por lo tanto, no es producto de venta para intereses políticos particulares que me lleven a pensar en que “la política es la oportunidad del momento en la que los principios huelgan”.
En consecuencia, la cultura jamás será un gasto. Es y será siempre una inversión para el engrandecimiento de una humanidad.
9. ¿Qué es Paita para usted, don Javier?
– Como Paiteño y autor del Himno de Paita, Paita para mí es el honor, el compromiso y el sentimiento. Es divisa, es tesoro, es amor a la Patria grande y la Patria chica. Es legado de padres, de hijos. Es mi identidad, mi patrimonio moral, ético. Es mi fortaleza que transciende en el tiempo y viste de gloria a la historia. Y, como paiteño, estoy orgulloso de mi barrio La Punta, de Puerto Nuevo, de mi Complejo Pesquero y mi Muelle Fiscal, así como de la vieja Iglesia de la Virgen de las Mercedes, de la Casa Aduana que engalana el recuerdo, de la Plaza de Armas con su pila de angelitos, del Hotel El Pacifico de Ramirez Pasquel, del Terminal Marítimo y la Playa “El Toril”.
Paita es la Zepita y su calle de artistas de Jesús Vásquez, de Julio Moreno, de Robert Taylor, de Sara García; así como del Barrio la Figura, el Barrio los Canchones, el Pueblo Joven El Tablazo de la Zona Alta.
Paita, por su alta religiosidad, se cubre con su manto protector con su Patrona la Virgen de Las Mercedes, San Francisco de Asís y por sus Santos del Puerto San pedro y San Pablo.
Paita, es el colegio Nacional San Francisco, Alma Mater de la Educación, donde se formaron destacados Profesionales y, sucediéndolo en este mismo nivel, las diferentes Promociones de Mujeres que se formaron en el Colegio Nuestra Señora Virgen de Las Mercedes.
Paita es tierra de grandes como el Gran Hombre del Milenio Don Miguel Grau, nacido en Paita, Diputado por Paita, que llenó de Gloria la Historia del Perú, quien inmoló su vida en su Buque Insigne “El Huáscar” en la Guerra del Pacifico. Paita es recordar a los hermanos Cárcamo, Marinos Paiteños que ofrendaron su vida defendiendo la Patria frente a los españoles en el Combate 2 de Mayo. Estos héroes, hijos de genuinos paiteños, nos llenan de orgullo. Y nuestro ejemplo de Peruanidad, particularmente, debo agregar que mi Paita lo aprendí a amar en la “Escuelita de las Señoritas Rubio”. Ellas fueron las Madres que me criaron: Angélica, María y Adela, quienes cultivaron en mi persona valores y principios.
¡Loor para ellas y que Dios las tenga en su santa gloria!
Descanse en paz, maestro, que la tierra le sea leve.